“Cuando juzgas a otros, no les defines, te defines a ti mismo”

Wayne W. Dyer

Como dice Gill Hasson en su obre “Mindfulness eficaz”, eliminar los propios prejuicios es uno más de los caminos para practicar Mindfulness.

No ser prejuicioso significa que en lugar de evaluar lo que ocurre, en vez de ver algo como “bueno” o “malo”, “correcto” o “incorrecto”, te limitas a experimentarlo y observarlo.

Significa que no le das ningún significado a los episodios, a tus pensamientos, sentimientos y acciones, o a las acciones de los demás. Simplemente observas las cosas con objetividad, que es lo contrario de formarte una opinión.

Al fin y al cabo, las experiencias y los episodios solo adquieren significado cuando tú se lo das con tus pensamientos.

En su libro El origen delas especies, Charles Darwin no describe nada -ninguna planta o animal- como “hermoso”, “feo”, “aterrador” o “tímido”. Se limita a catalogarlos según una descendencia común.

Si la dejas a sus anchas, tu mente tenderá a juzgar las cosas como buenas o malas, correctas o incorrectas, justas o injustas, importantes o poco importantes, urgentes o no urgentes etc. Lo hace tan deprisa que tus vivencias se colorean en cuanto surgen.

Como dice Hasson, el mindfulness consiste también en ser consciente de esto y en verlo todo sin contaminarlo. Implica advertir la experiencia tal como es mientras la vives y no según como tu mente la juzga. Esta actitud te permite pensar en las cosas de otro modo.