35 años, 1,99 metros, 95 kilogramos de peso, 17,3 puntos de promedio por partido, 52% de tiros de campo y 40% de tiros triples. 29,6 de valoración en 30 partidos disputados. Las cifras podrían corresponder a cualquier alero veterano recién fichado por el club turco o griego de moda. Pero los datos pertenecen a Asier de la Iglesia, jugador del Ordizia, de la Liga EBA, al que con 29 años le detectaron esclerosis múltiple, lo que le provocó un 40% de discapacidad y una falta de sensibilidad casi completa en los dedos y las manos que le hacen suspirar por el dolor como síntoma de normalidad. “Nadie se alegra por sentir frío o calor en las manos. A mí me gustaría sentirlo, que cuando coja una cazuela en las manos, me queme. Me alegraría la vida”, afirmaba en una entrevista reciente.
Asier de la Iglesia lanzó su campaña de pulseras por dos euros en busca de financiación para investigar la esclerosis múltiple, que llevan un mensaje grabado: “Aprende a bailar bajo la lluvia”. “Lo leí u oí a alguien y la he adoptado como método de vida frente a la adversidad de mi enfermedad”, explica.