NEREA URCOLA,
«El jefe manda y el líder convence»
En tiempos de crisis hay que buscar oportunidades sin ampararse en las «malas perspectivas», afirma
26.11.09 – 02:51 – CRISTINA TURRAU
«Se vive más en el victimismo que en la responsabilidad, sin autocontrol vital»
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Conoce a muchos directivos cuyo trabajo es una losa y también a quien en tiempos de crisis busca oportunidades sin dejarse paralizar por el miedo. Socia con su padre, Juan Luis Urcola, de la empresa Urcola Formación y Consultoría, Nerea Urcola publica El proyecto, una reflexión sobre la búsqueda del equilibrio personal y laboral. «Ese es el reto», dice.
– ¿Cómo conseguir el equilibrio entre lo personal, familiar y laboral?
– Lo primero es tomar conciencia de que no tenemos equilibrio. Vamos a velocidad de vértigo, lo que nos impide darnos cuenta de que hay elementos de nuestra vida que estamos dejando de lado.
– ¿Qué estamos olvidando?
– Depende de la persona. Mi día a día es un laboratorio. Me asusta el número de gente que vive el trabajo como un castigo. Para muchos otros, el trabajo es el fin último y abandonan su área familiar y social. La dimensión espiritual también está en crisis, y no hablo de religión.
– ¿Qué grupo abunda más?
– Quienes ven el trabajo como un sufrimiento. Tratamos sectores muy diferentes y hay muchos estereotipos, por ejemplo que si eres mano de obra directa o trabajas en el sector público estás más desmotivado. Es un error. Conozco a profesionales, seguramente envidiados, que están completamente quemados.
– ¿A qué conclusión llega?
– Hay una tendencia a la apatía. Se vive más en el victimismo que en la responsabilidad. Si piensas que el culpable de tu situación personal es otro nunca dirigirás tu propia vida.
– ¿Conciliamos trabajo y familia?
– Vamos hacia ello. Pero falta un cambio de mentalidad. La conciliación afecta a hombres y mujeres. Es un equilibrio, una búsqueda individual, que debe estar apoyada por la ley y por la empresa.
– Dice en su libro que la conciliación es más difícil para la mujer.
– Creo que nosotras lo seguiremos teniendo más difícil. El hombre de hoy no hace lo mismo que el de hace 40 años. Pero hay una diferencia física por el hecho de ser madres. Encontramos más obstáculos pero es nuestra responsabilidad y obligación colmar nuestras aspiraciones, como ellos. Buscando ayudas si hace falta.
– Principales fallos de los jefes…
– No ejercer como tal. La palabra ‘jefe’ se rechaza hoy en las organizaciones. Y con ello estamos destruyendo lo que hay detrás. Existe mucho jefe desertor y mucho colaborador huérfano. Para ser buen jefe hay que querer serlo, tener vocación de servicio y objetivos claros. Hay pocos especialistas en personas.
– Principal error del trabajador.
– No asumir la propia responsabilidad. Cuesta entender al jefe. Una chica me decía; ‘Tengo un jefe maravilloso’. Y yo: ‘¿Se lo has dicho?’. Ella: ‘No soy una pelota’. Otro fallo es ser reactivo y no proactivo.
– Retrato del buen jefe…
– Tiene objetivos claros, conoce a su gente y sabe qué es lo mejor que les puede asignar a cada uno. De este modo, todos crecen.
– Describa al buen empleado o colaborador, como le llama usted…
– Es responsable, tiene deseos de mejorar, está en buena actitud y es leal.
– Distingue en sus cursos entre jefe y líder.
– Ambos son complementarios. El jefe representa el lado racional y el líder, el emocional. Al jefe le han nombrado. Al líder se le sigue por convencimiento. La crisis paraliza y en ella destaca quien sabe gestionar el miedo y generar esperanza. Ese es el líder.