EL REGALO DE SERVIR
Pregunto con frecuencia a la gente si siente que ha pertenecido alguna vez a un equipo excelente.
A aquellos que como yo, han tenido esta experiencia en la vida, se les pone un brillo de ilusión especial en la mirada.
Ese brillo no me abandonó ni un segundo en el día de ayer observando el trabajo de dos equipos de KSB- Bombas Itur, conformado por personas de mecanizado, montaje, modelos, mantenimiento, calidad, planificación, expedición, pruebas u order management, en Zarauz.
El trabajo consistía en “invitar a comer” y por lo tanto cocinar para otro equipo de compañeros. Personas de otros departamentos que son su cliente Interno en la fábrica.
Desde primera hora de la mañana bullía la energía en esa cocina en la que se ha aceptado el riesgo para sorprender al otro, donde se ha puesto todo el amor posible en la tarea, donde se ha confiado en una persona que lideraba el proceso y coordinaba tiempos y tareas y donde se han compartido éxitos y errores como comunes.
La experiencia ha dejado evidenciada una vez más del poder de las personas que colaboran y se sincronizan con un objetivo común, que pocas cosas dan resultados tan bellos y satisfactorios como hacer algo para otros y que cuando todo lo dicho se suma se produce “un pequeño milagro “