LA AUTONOMÍA COMO FACTOR CLAVE PARA EL COMPROMISO Y LA SALUD LABORAL
En el interesante libro de Jeffrey Pfeffer, “El trabajo nos está matando”, se comentan muchos aspectos importantes relacionados con la mejora de la salud laboral y el compromiso.
Concretamente me ha resultado interesante el capítulo 6 donde se comentan dos elementos críticos para crear un entorno laboral saludable.
En dicho capítulo, adecuadamente argumentado con ejemplos e investigaciones, se insiste en que lo que realmente influye para que el empleado o la empleada se implique, sea productivo/a y, sobre todo, tenga buen estado de salud son las condiciones laborales y el trabajo en si mismos, es decir, que estos no sean la propia fuente del estrés.
Dos elementos que cualquier empresa de cualquier sector puede permitirse ofrecer son: la autonomía o control sobre el trabajo y el apoyo social.
Las personas, al menos la mayoría, quieren tomar decisiones y aplicar su experiencia y habilidades a su trabajo. Cuando no pueden decidir ni tienen suficiente control sobre sus tareas, se estresan y se deterioran su estado de salud y su compromiso con la organización.
Como nos recuerda el autor, uno de los cuatro principios de liderazgo de Zillow es “Deja hacer a tu equipo”. La misión de cualquier persona que ocupe un puesto de dirección es apoyar al equipo y estar ahí para ayudarle a superar obstáculos.
A menudo se cree que la capacidad de control solamente es posible en determinados trabajos y con determinada gente, pero no es así. Se puede dar más margen de decisión y de control a todas las personas y en cualquier trabajo.
Es verdad que procedemos de culturas y estilos de dirección tradicionalmente autoritarios y paternalistas, y no se puede pasar de un modelo a otro de un día para otro porque existen demasiados hábitos adquiridos, pero en mi opinión el futuro de nuestras organizaciones está en la PARTICIPACIÓN y una de las maneras de empezar a ejercerla es dando autonomía y control a las personas sobre su trabajo.