LA MEJOR TARJETA DE PRESENTACIÓN ES EL PROPOP EJEMPLO


Nacido en Ataún, estudió en el seminario y eso siempre imprime un estilo. Después vinieron los estudios de magisterio, filosofía y psicología aunque a él le gusta describirse como “bombero”.
Su vida profesional ha sido muy variada, desde la dirección de la Ikastola de Zarauz, pasando por la dirección de la experiencia piloto de Educación Especial en Gobierno Vasco (y a posteriori Jefe de Educación Especial de Gipuzkoa), hasta Director de Recursos Humanos en Arcelor Perfiles España, donde alguna persona le afeo como defecto “que era excesivamente humanista”.
Sin embargo, él cuenta que la etapa mas difícil fue aquella en la que le confiaron Direccion de la Escuela Profesional del Goierri (anteriornente a ser Direcctor de RRHH de Arcelor), de donde luego saldría Goieki.
Fueron años de crisis económica y lo que todavía nos ha marcado más como sociedad, ETA estaba en plena actividad y el secuestro y la extorsión a empresarios estaba al orden del día.
Hoy en día sigue hablando con ilusión de su trabajo en Caritas, la huerta en la que colabora con unas religiosas y tantas cosas más …
Hablo de Juanma Barandiaran, un ejemplo vivo de compromiso.
Soy de las que creo que esta sociedad necesita tener más personas como Juanma, héroes anónimos que pasan por su vida sembrando compromiso.
Como nos recordaba el compromiso supone pasar del Ego- yo al Alter-nosotros, es decir, supone pasar de una sociedad infantil que solo piensa en primera persona del singular a una adulta que piensa en “nosotros”.
A todos nos gusta el bienestar y el Estado del Bienestar lo generan las empresas que son las que generan dinero, por eso todos aquellos que de alguna u otra manera estamos relacionados con la empresa, tenemos la responsabilidad de construir una empresa cada vez mayor.
Cada empresa es un cuerpo en sí mismo, su dirección es la cabeza pero el corazón y la sangre lo componen los valores y la cultura que todos conformamos.
Una empresa sin valores es una empresa sin corazón por eso Juanma nos recordaba el “Principio de Subsidiariedad”, ese que ensalza la responsabilidad individual.
Sin embargo parece que esto es algo que olvidamos con frecuencias y es ahí cuando entramos en crisis como individuo y como organización.
Por eso debemos parar a reflexionar donde ponemos la balanza, en el yo o en el nosotros. Trabajar los valores de manera consciente hasta conseguir que sean un automatismo como ocurre en el caso de Juanma que después de semejante experiencia vital y profesional todavía le quedan ganas y fuerzas para compartir una jornada con nosotros en Orkli y seguir sembrando su ejemplo.
Dice Juanma que le queda un sueño por hacer realidad, enseñar a sus nietos en valores… gran maestro tendrán en su abuelo!!!
Mila esker!