“LOS CAMPEONES NO SE CONVIERTEN EN CAMPEONES EN EL CUADRILÁTERO, SIMPLEMTE SE LES RECONOCE ALLÍ”


Tal y como afirma John C. Maxwell  con la Ley del Proceso, en su obra: “ Las 21 Leyes irrefutables del Liderazgo”, los líderes exitosos son aprendices y el proceso del aprendizaje es un continuo resultado de la autodisciplina y la perseverancia. La meta de cada día debe ser mejorar un poco, edificar sobre el progreso del día anterior. El problema es que la mayoría de las personas le dan demasiada importancia a los eventos y subestiman el poder de los procesos. Queremos arreglos instantáneos.

Los EVENTOS estimulan las decisiones, motivan a las personas. Son asuntos de calendario, Desafían a la gente y son algo sencillo.

Los PROCESOS sin embargo, estimulan al desarrollo. Maduran a las personas. Son asuntos de cultura, cambian a la gente y son difíciles.

Si deseo sentirme inspirado para seguir adelante, entonces asisto a un evento. Si deseo mejorar, entonces me involucro en un proceso y me adhiero a él.

El proceso de crecimiento del liderazgo supone superar diferentes fases:

Fase 1: No sé que no sé.

Fase 2: Sé que necesito saber.

Fase 3: Sé lo que no sé.

Fase 4: Sé, me desarrollo y comienza a notarse.

Todo un camino de cambio y por tanto de aprendizaje.

Como decía Benjamín Disraeli “El secreto del éxito en la vida es que el hombre esté listo cuando le llega su tiempo”.

Además, como explica en su Ley de la Adición, los líderes tienen como propósito: SERVIR

El ganador del premio Nobel en 1952, Albert Schweitzer aconsejaba: “Intente hacer algún bien en algún lugar. Todos los seres humanos debemos buscar la forma de darnos cuenta de nuestro verdadero valor. Hay que compartir con nuestro prójimo. Recuerde. Usted no vive en su propio mundo. Sus hermanos están aquí también”.

Añadir valor a los demás a través del servicio no sólo beneficia a las personas que reciben ese servicio. Les permite a los líderes experimentar lo siguiente:

  • Una realización especial en dirigir a los demás.
  • Un liderazgo con motivos correctos.
  • La habilidad de realizar actos significativos como líderes.
  • El desarrollo de un equipo de liderazgo.
  • Una actitud de servicio para un equipo.

Albert Einstein, ganador del premio Nobel de física en 1921 dijo: “Solamente la vida que se vive para el servicio a los demás es la que vale la pena vivirse” Un gran liderazgo significa un gran servicio.