NUNCA LO OLVIDES, TÚ DEPENDES DE LAS PERSONAS QUE DIRIGES


NUNCA LO OLVIDES, TÚ DEPENDES DE LAS PERSONAS A LAS QUE DIRIGES

https://www.esic.edu/en_gb/documentos/editorial/articulos/200923_160944.pdf

LA DIRECCIÓN TIENE CLAVES QUE HAY QUE CONOCER Y DESARROLLAR Dirigir y liderar personas no es una tarea fácil ya que requiere madurez y equilibrio personal, un proyecto claro, contar con un equipo de colaboradores cohesionado que comparta unos objetivos concretos, así como con personas preparadas, implicadas y comprometidas.

En todo modelo de dirección la base está en la PERSONA que dirige, en los hombres y mujeres que en su día decidieron asumir la responsabilidad que conlleva un cargo directivo y dirigir a otras personas que integran la empresa o un departamento. Por tanto, es fundamental conocerse a sí mismo, así como vivir equilibradamente atendiendo las dimensiones física, mental, emocional y espiritual del ser humano.

No hay dirección sin PROYECTO, por tanto el segundo eje fundamental es la contemplación de un proyecto empresarial como soporte básico inspirador con objetivos claros, medibles, temporales, retadores, ilusionantes y, por supuesto, alcanzables. Son muchas las empresas que tienen planes de gestión, pero pocas las que han desarrollado un proyecto ilusionante. En tal sentido, es necesario prestar una especial atención a la importancia de estar centrados y tener el “focus” de atención en la gestión en lo prioritario, en lo importante.

Para llevar adelante el proyecto es necesario desarrollar un LIDERAZGO ilusionante. No hay liderazgo sin proyecto, ni proyecto que llegue a buen fin sin liderazgo. Un proyecto empresarial se puede llevar a cabo de diferentes formas y con distintos estilos de dirección, nosotros apostamos por un liderazgo participativo e ilusionante.

Un directivo/a, por muy bueno que sea, solo no es nada, requiere de un EQUIPO DIRECTIVO que comparta con él/ella una visión, un proyecto y unos objetivos comunes.

Las organizaciones están compuestas por PERSONAS que constituyen la esencia de las mismas. Sin personas no hay organización. Las personas son el eje y centro de toda actividad, el activo más valioso, el capital humano, la principal ventaja competitiva, y el principal factor diferencial, el más difícil de copiar. Para que las personas estén implicadas es preciso desarrollar un marco motivacional, así como de facilitar vías adecuadas de comunicación y relación.

Y por último, se ha de considerar la CULTURA ORGANIZACIONAL. Cada empresa tiene su esencia, su olor particular y ese aroma debe ser especialmente definido por su dirección. Está claro que cada empresa tiene unos objetivos que quiere alcanzar pero la manera de hacerlo es a través de la cultura organizativa. En este marco es importante potenciar la participación, el compromiso y la implicación, así como desarrollar valores y principios de actuación.

A modo de resumen nos vas a permitir que te señalemos una serie de consejos o pautas de actuación que, a nuestro modo de ver, son los aspectos claves a contemplar por todo directivo o directiva y que son los siguientes:

1) Profundiza en tu propio autoconocimiento personal. Creemos que nos conocemos, pero no del todo. Todos tenemos unas zonas ciegas que nos resistimos a descubrir y afrontar. El autodescubrimiento personal cuesta años de análisis, escucha, introspección interna y, sobre todo, humildad. Profundiza en este campo y crecerás como persona. que las pueden hacer otros, no caigas en la trampa de la actividad ni de la urgencia, evita la dispersión y centra el “focus” de la actividad en lo importante.

2) Vive equilibradamente. La vida no es solo trabajar. Para ello, es necesario atender adecuadamente las cuatro dimensiones: física, mental, emocional – relacional y espiritual, que los seres humanos debemos contemplar para vivir de una forma adecuada.

3) Establece un proyecto empresarial y determina unos objetivos claros. Establece un proyecto que sea ilusionante y atractivo no sólo para ti, sino para todas las personas que forma parte de la organización, sedúceles, hazles ver la importancia e interés del mismo, así como muéstrales unos objetivos concretos y claros hacia los que conduzcas todos tus esfuerzos y actuaciones.

4) Gestiona las prioridades centrándote en lo importante. No te pierdas en tareas Photo by Jehyun Sung on Unsplash. humanos, son personas, que, al igual que tú tienen expectativas, ilusiones, problemas y necesidades que satisfacer. Hazles crecer y desarrollar profesionalmente.

5) Desarrolla un liderazgo ilusionador. No es suficiente con ser designado directivo/a, debes ser al mismo tiempo una persona que lidere proyectos de cambio y mejora, que ilusione y entusiasme a sus colaboradores en el logro de los objetivos establecidos. A tal fin, trata más de convencer que de imponer tus puntos de vista y potencia la participación y el trabajo en equipo.

6) Haz equipo con tus colaboradores compartiendo objetivos comunes. Tú, solo o sola, por importante que seas, por elevados conocimientos que dispongas, sin tus colaboradores no eres nada. Supera la perspectiva de la dirección personal y pasa a la dirección de un equipo de trabajo con los que compartas objetivos comunes concretos y medibles.

7) Ten siempre muy en cuenta la importancia y el valor de las personas. Los trabajadores/as de tu organización son mucho más que mano de obra o recursos Nunca lo olvides, tú dependes de las personas a las que diriges

8) Desarrolla un marco motivacional. Las personas vienen a trabajar no solo por dinero, quieren más cosas. Las personas desean realizar un trabajo satisfactorio, formar parte de una organización, ser parte de la misma, tener retos atractivos e ilusionantes, ser escuchadas y consideradas como personas, tener relaciones satisfactorias con sus superiores y con sus compañeros de trabajo, sentir útiles, necesarios e importantes.

9) Facilita vías de comunicación y relación. Las personas dan lo mejor de sí mismas y se implican en un proyecto cuando confían en aquellos para quienes trabajan, están orgullosas de lo que hacen y lograr una satisfacción en el desarrollo de su actividad. A tal fin, es necesario facilitar vías de comunicación y relación. Es necesario superar el enfrentamiento y la división existente entre empresarios y trabajadores, es preciso generar relaciones de confianza que generen implicación y compromiso, estimule la realización de las tareas y potencie y mejore las relaciones.

10) Potencia la participación, el compromiso y la implicación. La dirección jerarquizada que es la que ha predominado y consideramos que todavía hoy predomina en muchas organizaciones ha quedado obsoleta y resulta cada vez más inoperante para abordar proyectos de alta competitividad y complejidad. Deseamos animarte, si aún no lo has hecho, a desarrollar y potenciar la dirección participativa con tus colaboradores.

11) Potencia valores y establece principios de actuación. Los valores son los contenidos vitales que dan razón y sentido a nuestras actuaciones, así como la convicción razonada y firme de lo que es lo bueno, de lo que es lo mejor para la empresa. Por ello, hoy más que nunca la empresa actual requiere ser gestionada a través de valores compartidos que permitan desarrollar la actividad empresarial con coherencia y satisfacción de las partes intervinientes. Estos aspectos no se consiguen sin esfuerzo y sacrificio. Una cosa es tener las ideas claras y otra muy diferente es hacerlo en la forma correcta, una cosa es la teoría y otra la práctica. De nada valen las teorías si no son aplicadas. No te quedes en los conceptos, da un paso adelante, pasa a la práctica, pasa a su implantación y convierte tus actuaciones en buenos hábitos.

La suerte solo existe para el que se la trabaja.

■ Juan Luis Urcola Tellería y Nerea Urcola Martiarena autores del libro Las claves de la dirección de ESIC Editorial