https://www.apd.es/por-encima-del-ego-personal-nerea-urcola/
A lo largo de las últimas semanas, no puedo dejar de recordar una frase que poco antes del confinamiento me dijo el médico de un importante hospital vasco:
“No importa el departamentalismo que exista en este hospital, quizá en la normalidad se nos olvida el significado del trabajo en equipo pero cuando hay una complicación, cuando en un quirófano sentimos que podemos perder una persona, olvidamos si somos anestesistas, cirujanos, enfermeras, enfermeros, auxiliares, celadores, personal de limpieza… porque todos, absolutamente todos nos centramos en un objetivo común, salvar una vida humana”.
Hoy nos necesitamos más que nunca para un mismo objetivo común: superar esta crisis, primero la sanitaría y después la económica
Aquella afirmación me gustó, a la vez que me impactó y hoy la recuerdo con cariño, porque lo están demostrando con creces cada día.
Los que hemos tenido la suerte de pertenecer a equipos en los que había un objetivo común, a la vez que admiración, respeto, incluso sincero y profundo afecto hacia los compañeros y compañeras, sabemos que los equipos de alto rendimiento no son una quimera ni una ilusión, pero la actual realidad nos obliga a conformarnos con menos.
Los equipos son combinaciones técnicas y emocionales. Personas organizadas con un fin común, que si además logran sumar otras variables como aspectos emocionales, llegarán a ser de alto rendimiento.
Digo esto porque también las últimas semanas me están dando motivos para la alegría y la esperanza y también para la desilusión y la decepción.
Los equipos no deben surgir por una moda o porque quede bien en una página web. Los equipos siempre surgen de la necesidad, y, amigos, amigas, hoy nos necesitamos más que nunca para un mismo objetivo común: superar esta crisis, primero la sanitaría y después la económica.
Durante este confinamiento estoy manteniendo la relación con muchos clientes a través de largas conversaciones y me sorprenden muchas cosas que me cuentan.
Son muchos los colectivos que están entendiendo que vivimos una situación única, y están dejando las críticas, y las reivindicaciones para tiempos de calma y están sumando sus esfuerzos para ofrecer su mejor versión a clientes y compañeros.
Cuando resulta que llega la oportunidad de narrar la historia con nuestra propia voz, sacamos nuestro ego a relucir y nos olvidamos de todo lo demás
Otros, sin embargo, no se están dando cuenta de que es momento de arrimar el hombro y de sumar y lo que están sacando a relucir es su egoísmo.
Las situaciones críticas, sacan siempre lo mejor y lo peor de las personas, no hay más que ver la deplorable imagen de unidad que están ofreciendo muchos políticos que dicen representarnos.
Luego nos emocionaremos con películas que cuentan historias de equipos y superación colectiva, pero cuando resulta que llega la oportunidad de narrar la historia con nuestra propia voz, sacamos nuestro ego a relucir y nos olvidamos de todo lo demás.
Llevamos más de cuatro semanas confinados y ya hemos cometido errores como sociedad y como miembros de sendas organizaciones, pero todavía nos queda tiempo de confinamiento y más todavía de reconstrucción. Aún estamos a tiempo de ser ejemplares como ciudadanos, como vecinos, como amigos y como miembros de una empresa.
Tengo el convencimiento de que juntos somos más fuertes, y no porque sea una frase bonita y quede bien en un papel, sino porque es lo más inteligente para todos
Por eso, porque todavía estamos a tiempo, y porque por encima de todo confío en la inteligencia colectiva, social y organizativa quiero recordar a todos y a todas que no es el momento de sacar nuestro ego individual a pasear.
Yo no conozco la unanimidad, pero se lo que son los equipos excelentes porque he sido parte de uno, aunque tuviera muchos ámbitos de mejora y por eso tengo el convencimiento de que juntos somos más fuertes, y no porque sea una frase bonita y quede bien en un papel, sino porque es lo más inteligente para todos.
Nos guste o no, los seres humanos nos necesitamos y juntos somos capaces de alcanzar objetivos que jamás conseguiríamos si no sumáramos nuestros esfuerzos individuales.